Lonely Jazz - La historia de Yumeko

Yumeko siempre había sido una niña solitaria. De padre militar Americano y madre Japonesa, los continuos destinos y cambios de domicilio jamás le habían ayudado a forjar una verdadera amistad. Es mas, lo que habían conseguido era convertir a Yumeko en una niña aun mas tímida.

Ella intentaba relacionarse, sobre todo los primeros años, pero el paso del tiempo le enseñó a refugiarse en otro ámbitos. Por ejemplo la música. Desde que podía recordar su padre siempre ponía en casa discos de Jazz y blues. De ahí su ímpetu por aprender a tocar el saxofón.

Tras años de destinos por todo el mundo, su padre había decidido pedir una excedencia. Cansado de viajar y no tener una estabilidad, había pensado que la mejor opción sobre todo para Yumeko, viendo su carácter, era volver a la tierra natal de su madre. Japón.

Afincados en la ciudad de Tokio,  Nathan, su padre había hecho lo imposible para ayudar a Yumeko para socializar un poco más… pero todo el mundo sabe que los adolescentes son crueles. Y ante las cosas raras, la gente es peor.

Rara.

Esa era la palabra que Yumeko escuchaba todos los días. Medio gaijin- medio japonesa y sobre todo esos ojos azules que había heredado de su padre, le estaban costando otro rechazo más en el instituto.

Cansada del rechazo, comenzó a encerrarse más y más en la música, en los videojuegos, en los libros… Todas esas cosas que no requerían compañía y que Yumeko disfrutaba con todo su corazón. Porque ese era su tesoro más preciado, un gran corazón.

Dulce por naturaleza y con una bondad infinita Yumeko aprendió a esconderse de los demás, de todos aquellos que le llamaban rara, que la marginaban y que no se acercaban a ella por ser la hija de un gaijin.

Pero entonces algo cambió en su vida, su música y sus videojuegos dejaron de ser sus únicos amigos, cuando alguien, de manera más bien forzosa, entró en su vida. Ella,  vergonzosa, intentó esconderse de esta nueva amistad, no sabía cómo hacer frente a ella. Pero Yun Hee no estaba dispuesta a dejar que ese pastelito ( como ella le llamaba ) se escondiese bajo esas gafas de pasta otra vez.

Scene 20 - Café - Yun Hee

Hace tiempo que pensé en comenzar este juego, nunca me daba animado, pero esta vez no quiero abandonar el mundo muñequil, así que espero tener ganas de seguir con esto y que no quede en un inteno frustrado  :P

CAFÉ

Hace días que estoy en este instituto y parece que asusto a todo el mundo. Algunos se sorprendieron con mi llegada: “una Koreana!” , escuché claramente, lo murmuraban; todos, menos aquella chica del pelo rosado. Ella me miró, parecía curiosa, pero aún así no levanto la cabeza de sus apuntes llenos de partituras.

El café humeaba en las manos de Yun Hee mientras meditaba sobre los primeros días en su nuevo centro escolar.

La cuchara tintineaba contra la taza. Su música repetitiva resonaba en la habitación mientras ella continuaba divagando.

Siempre había sido una chica muy sociable,  el dolor de cabeza de su padre,  la locura personificada según su madre; pero ahora, un nuevo país, una nueva ciudad, un nuevo instituto… parecía que se le hacía complicado. Deseaba nuevos amigos, un comienzo en la gran ciudad de Tokio, pero sus compañeros no parecían estar muy dispuestos a ello.

Por un segundo, se quedó inmóvil en la cama, mirando al techo como si fuera a atravesarlo con la mirada. Al instante botó sobre ella derramando parte del café por los posters de la pared y bramó más segura que nunca : ¡ Mañana hablaré con ella!¡Mañana haré mi primera amiga en esta ciudad!

Tristeza Irlandesa - La historia de Declan

Declan nació en un pequeño pueblo de Irlanda. Su historia tuvo un comienzo triste. Sus padres,  muy jóvenes, decidieron que no serían capaces de cuidar de él, por lo que a los pocos días de vida lo dieron en adopción.

Una mujer del mismo pueblo, Rose, casada con Aidan, hacía tiempo que deseaba un niño. En seguida habló con su marido para criar al chico como si fuese suyo. Ambos fueron felices con el pequeño, al que dieron el nombre de Declan.

Durante el paso de  los años, Declan se convirtió en un chico obediente, bueno y que se desvivía en ayudar a sus padres.  Sus padres siempre pensaron que sería bonito tener un hermano o una hermana para él. Lo intentaron durante años, pero no había suerte, hasta que una mañana, cuando Declan ya había cumplido los 13 años le dieron la gran noticia: esperaban un nuevo miembro en la familia.

Su sonrisa fue increíble, siempre lo había deseado en secreto, pero nunca se lo había dicho a sus padres. Sabía que ellos lo deseaban, pero no quería presionarlos. Ahora su deseo se convertiría en realidad.

Finalmente fue una niña lo que esperaban: Tara la llamarían, Declan fue quien lo eligió. Sus padres querían que tuviesen una unión especial  y creyeron que darle un nombre, sería lo mejor.

Tara nació, pero la alegría no duró demasiado…  Pronto una desgracia azotó a la familia. Su padre enfermó gravemente, una enfermedad en los pulmones que los médicos fueron incapaces de detener. Aidan murió, y con él se llevó la sonrisa de Declan. Pronto se convirtió en un muchacho  solitario y melancólico, en un chico responsable que vivía por y para su familia. En seguida adoptó la posición del hombre de la casa, del papá  del que jamás iba a disfrutar Tara.

Quería a esa mujer y a esa niña con todo su corazón, su madre y su hermana era lo que protegería por encima de todo, jamás las perdería pasase lo que pasase. Pero a veces esto se le hacía cuesta arriba. En esos momentos, de tanta responsabilidad en la que su espalda ya no podía más con el peso de la situación, Declan paseaba por el bosque cercano a su hogar.

Le gustaba ir a la sombra de los árboles, ponerse los cascos, subir el volumen y desconectar. Desconectar de aquella vida tan triste, de todo aquello que le habían arrancado. Su padre, aquel hombre que no le dio la vida, pero el hombre que siempre admiró.

En el linde del bosque a veces llevaba su libreta y escribía, o simplemente garabateaba lo que veía. Se le daba bien dibujar.

Después de aislarse un par de horas, siempre volvía a su hogar a la búsqueda del cariño incondicional de “sus dos chicas” como él las llamaba.

Pero parecía que el destino aún no había acabado con aquella familia. Cuando Declan ya tenía 19 años y Tara unos 4 su madre falleció. Acababan de quedarse huérfanos, él ya sabía lo que era eso y odió la idea de que le sucediese lo mismo a Tara. No lo permitiría.

En cuanto tuvo la oportunidad la acogió bajo su tutela. El la criaría, no permitiría que nada ni nadie los separase. Otra vez no. Era la única familia que le quedaba y siempre SIEMPRE  cuidaría de ella. Eso sí, fuera de Irlanda.

Comenzó a odiar su pueblo, su vida y sintió la necesidad de marcharse de allí. A fin de cuentas ¿ que había en aquel lugar para ellos? NADA. Solo tristeza y recuerdos que jamás volverían.

Así que un día, de madrugada, Declan cogió una maleta, lo imprescindible y necesario, los juguetes de Tara, una foto de sus padres y los dos se marcharon.

Nadie supo jamás a donde se fue aquel chico solitario con su hermana, pero lo que todo el mundo tenía seguro era que fuesen a donde fuesen, siempre estarían juntos.

Poniendome las pilas ( y a la espera de inquilina )

Como bien vengo llorando hace mucho tiempo, no hago más que entrar y salir del hobbie de una vez. El trabajo, la falta de tiempo, etc etc. Vamos, las excusas que pongo siempre, que me han ido alejando más y más del hobbie.

Pero hace poco pasó algo; el cierre del BBS cambió un poco todo y lo cierto es que para bien. Es decir, no me entendáis mal. Me da realmente pena el cierre del BBSdreams, pero he de reconocer que con la nueva llegada del Cafe Articulado me ha vuelto a picar el gusanillo, y esta vez parece que mas fuerte que nunca.

Al principio dudé. A fin de cuentas éramos la misma gente que en el anterior foro y eso estaba muy estancado, así que... ¿ que iba a hacer el Café algo diferente ? Pero no se muy bien que sucedió, quizás el "susto" de que cerraba el BBS espabiló un poco a la gente; porque quizás si nosotros vamos abandonando los foros, al final ellos mismos se mueren y lo cierto es que es una pena que un hobbie como este, y con la calidad que creo que hay en España pierda un foro tan grande.

Pero bueno, a lo que iba. Con la apertura del Cafe Articulado me decidí a ponerme las pilas como no había hecho nunca. Me decidí a sacar a mis niños de la vitrina, a centrarme en ellos, rematarlo, escribir sus historias y todo eso que nunca compartí porque nunca sentí ganas realmente.

Y así fue.

Abrí de nuevo la vitrina e hice unas cuantas fotos a algunos de los pequeños, me animé a hacer mis primeras costuras , a hacer una ficha de mi familia ( que después de unos 5 años ya eran horas no? ) y en estos momentos estoy en proceso de escribir sus historias de una santa vez.

Para muestra os dejo unas fotitos de las sesiones que he hecho estos días:

Y ahora me toca dar la buena noticia sobre mi vuelta o más bien puesta a punto en el mundillo... Hace ya muuuuuuuucho tiempo decidí queme había enamorado de un molde con todo mi ser, pero no se por qué siempre fueron llegando otros modelos a casa antes que ella. Era mi imposible, esa muñeca que decía... pssse... jamás me ala acabaré comprando, si es que es muy cara; cuando tenía el dinero era un mal momento para gastarlo, otras veces no era al momento pero tenía esto muy abandonado y gastar tanto dinero me dolía...

Pero en el fondo sabía que la quería, que sería mi muñeca especial. Quizás ese punto y a parte e el hobbie, por que... ¿ una vez que tenga el molde que más deseo, después que toca? supongo que me centraré en ponerlos a punto a todos, mejorar fondo de armario etc.

¿ Y cuál es el molde? Mi adoradísima Shushu. Creo que desde el 2009 he llorado por ella y ayer... en un momento de locura transitoria me he dicho a mi misma... " ¿ y por qué no?".

Así que con miedo fuí haciendo clicks haciendo una compra ficticia para llegar al punto final y pedir consejo espiritual a mi novio ( que parece más el diablo que me incita a comprar que el angelito). Pero ¿ cuál fue mi sorpresa cuando... LA HABÍA COMPRADO SIN QUERER????

Pensé que aún quedaría algún paso que cubrir cuando en mi pantalla apareció un numero de pedido. ¿ y ahora? ¿ que iba a hacer? supongo que esa fue la señal ( sí, la del destino y la de mi estupidez extrema xDDDD ); pero el resultado es que ahora estoy a la espera de mi molde imposible y no os podéis hacer la más mínima idea de lo feliz que estoy :)